Cortándose el pelo

Neste diálogo retratamos uma situação bastante comum:

Ir ao cabeleireiro cortar os cabelos.

Acompanhe:

– Buenas tarde, ¿qué desea?-Quiero hacerme reflejos y cortarme el pelo.

-¿Con quién?
-Es la primera vez que vengo. No conozco a nadie. ¿Me puede recomendar a alguien usted? Quiero algo bien natural.

– La voy a anotar con Marcos, que es muy bueno y me parece que va con su estilo.

(Aparece Marcos)*

-Hola, linda, soy Marcos. Soy el que te voy a atender.
-Hola, encantada.

-¿Qué es lo que te vas a hacer?
– Mira, quiero hacerme reflejos, pocos y bien distribuidos. Luego, quiero que me cortes. No mucho, pero me gustaría un corte práctico, fácil de peinar, que no me dé trabajo.

-Bueno, como tienes base clara, los reflejos los voy a hacer bien naturales.
– Sí, no quiero quedar muy diferente.
Cortándose el pelo
– Después te corto un poco rebajado y si quieres te entresaco, para que tengas menos cantidad de cabello y te quede más prolijo y, al mismo tiempo, sea más fácil de manejar.
-Bueno, vamos.

-¡Manos a la obra!

* Aquí con la aparición de Marcos hay un cambio de registro. Muchas veces para que el cliente se sienta más a gusto y con más confianza el peluquero tutea (trata de tú o de vos) a la persona a diferencia de la recepcionista que utiliza el usted.



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