-¡Deme tres cervezas!
Al día siguiente, la misma cosa:
-¡Tres cervezas, por favor!
Como el camarero estaba algo extrañado le pregunta:
Oye, ¿por qué siempre que vienes pides tres cervezas y te las bebes de un tirón?
El hombre le responde:
Es que yo tengo dos hermanos: uno en Suecia y otro en París. Como siempre bebíamos juntos, pues yo bebo por ellos.
Dice el camarero:
-Ah, bien, bien…
Al día siguiente el hombre llega al bar y dice:
-¡Dos cervezas!
El camarero muy extrañado le pregunta:
-¿Y eso? ¿Es que se ha muerto un hermano o qué?
-¡No! ¡Es que yo he dejado la bebida!