Por Guillermos Alvez de Oliveyra
e María Eulalia Alzueta de Bartaburu
Había una vez una niña que fue a pasear al bosque. De repente se acordó de que no le había comprado ningún regalo a su abuelita.
Pasó por un parque y arrancó unos lindos pimpollos rojos. Cuando llegó al bosque vio una carpa entre los árboles y alrededor unos cachorros de león comiendo carne.
El corazón le empezó a latir muy fuerte.
En cuanto pasó, los leones se pararon y empezaron a caminar atrás de ella. Buscó algún sitio para refugiarse y no lo encontró. Eso le pareció espantoso.
A lo lejos vio un bulto que se movía y pensó que había alguien que la podría ayudar. Cuando se acercó vio un oso de espalda. Se quedó en silencio un rato hasta que el oso desapareció y luego, como la noche llegaba, se decidió a prender fuego para cocinar un pastel de berro que sacó del bolso. Empezó a preparar el estofado y lavó también unas ciruelas.
De repente apareció un hombre pelado con el saco lleno de polvo que le dijo si podía compartir la cena con él. La niña, aunque muy asustada, le preguntó su apellido. Él le respondió que su apellido era Gutiérrez, pero que era más conocido por el sobrenombre Pepe.
El señor le dijo que la salsa del estofado estaba exquisita aunque un poco salada. El hombre le dio un vaso de vino y cuando ella se enderezó se sintió un poco mareada.
El señor Gutiérrez, al verla borracha, se ofreció a llevarla hasta la casa de su abuela. Ella se peinó su largo pelo y, agarrados del brazo, se fueron rumbo a la casita del bosque.
Mientras caminaban vieron unas huellas que parecían de zorro que iban en dirección al sótano de la casa. El olor de una rica salsa llegaba hasta la puerta. Al entrar tuvieron una mala impresión: la abuelita, de espalda, estaba borrando algo en una hoja, sentada frente al escritorio. Con espanto vieron que bajo su saco asomaba una cola peluda. El hombre agarró una escoba y le pegó a la presunta abuela partiéndole una muela. La niña, al verse engañada por el lobo, quiso desquitarse aplicándole distintos golpes.
Entre tanto, la abuela que estaba amordazada, empezó a golpear la tapa del sótano para que la sacaran de allí. Al descubrir de dónde venían los golpes, consiguieron unas tenazas para poder abrir el cerrojo que estaba todo herrumbrado. Cuando la abuela salió, con la ropa toda sucia de polvo, llamaron a los guardas del bosque para contar todo lo que había sucedido.
texto muito segestivo cara
Bom que gostou 😉
Foda
muito bom esse texto excelente uso bastante com meus alunos e muito engraçado.
Útil né, Matilde? 😉
#vimpelaZulmira
Muito bom <3
Cara adorei s2 #vimpelaZulmira
mentira eu gostei sim kkkk
jnao fgostei do texto achei mt a
greszsivo
Adorei e alem do mais mim ajudou bastante na escola pois é sobre falsos cognatos que estou estudando
mintira nao etam ruin
Um texto muito engraçado, para quem não tem conhecimento em espanhol o que o texto diz é uma coisa totalmente diferente da tradução!
*De repente apareció un hombre pelado con el saco lleno de polvo.
realmente uma parte muito engraçada.
Obrigada!
O texto foi devidamente creditado. Obrigado, Estela.
La RAE ha determinado que el texto Presunta Avuelita se situa en dominio publico. Asi que no se necesita publicar datos de autores.
Deveriam colocar o nome dos autores do texto da Presunta Abuelita. Conheço bem uma das pessoas que o escreveu e o seu nome não aparece no texto.
Acho uma falta total de ética.
Como coautora do texto agradeço muito o seu comentário Estela. Essa omissão nos nomes dos autores fere a Lei dos Direitos Autorais.
Obrigada, M. Eulalia.
Vale, Claiton. ‘chas gracias.
De repente apareció un hombre pelado con el saco lleno de polvo
Esa parte fue divertido, pero no lo sabia la expresion antes. jeje